Una limpieza regular y los cuidados adecuados pueden contribuir a que el papel pintado luzca como nuevo durante muchos años y conserve su encanto. Por ello, le presentamos algunos valiosos consejos y técnicas de cuidado y limpieza del papel pintado para que sus paredes luzcan siempre con un nuevo esplendor.
Cuidados regulares
- Elimine el polvo y la suciedad
Una de las formas más sencillas de mantener limpio el papel pintado es eliminar regularmente el polvo y la suciedad. Para ello, puede utilizar un plumero suave o un paño de microfibra seco. Sin embargo, debe hacerse siempre con cuidado para no dañar la superficie.
- Suciedad ligera
Una solución de agua tibia y detergente suave suele ser adecuada para la suciedad ligera. Se humedece un paño suave con esta solución, se escurre y se pasa con cuidado por la zona sucia. Hay que evitar a toda costa frotar en exceso. A continuación, frotar con un paño limpio y seco.
- Eliminar manchas difíciles
Para las manchas difíciles, existen limpiadores especiales para papel pintado en tiendas especializadas. Sin embargo, como no todos los productos son adecuados para todos los tipos de papel pintado, siempre se debe probar primero el limpiador en una zona poco visible para asegurarse de que no se daña el papel pintado.
- Evitar las manchas permanentes
Para evitar manchas permanentes, la suciedad debe eliminarse lo antes posible. Cuanto más rápido se actúe, más fácil suele ser eliminar las manchas. Sin embargo, incluso cuando se presten primeros auxilios al papel pintado, nunca deben utilizarse productos de limpieza fuertes o limpiadores abrasivos, ya que pueden dañar la superficie del papel pintado. Es mejor proceder como se ha descrito anteriormente con agentes adecuados.